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Claves para afrontar los exámenes

En esta época, muchos estudiantes se enfrentarán durante unas semanas a pruebas importantes.


El período de evaluación suele bastante estresante, así que es probable que desde hace días o semanas la inquietud o los síntomas de ansiedad estén presentes.


¿Sabes cómo gestionar tus síntomas de ansiedad y el estrés durante este período?


Aquí vienen tres pautas para manejar el estrés que causa la temporada de exámenes. No existen los milagros, pero siguiendo estos tres consejos, te será menos duro afrontar las semanas que se vienen encima de exámenes (te lo dice alguien que estudió la licenciatura a distancia) .




1.- Ajustar y organizar. Estarás más que harta/o de escucharlo (y leerlo), aunque es muy eficiente. Planificar desde el principio el material que tienes que saber y comprometerte a dedicar el tiempo que consideras necesario (depende de lo que curses), utilizando recursos como agendas, calendarios del móvil, etcétera, te sirve de mucho para ver tus avances. Y un mes antes de que comiencen los exámenes, te darás cuenta (pese a ciertas inseguridades que surjan) que únicamente tienes que repasar.

Todo esto te permite organizarte y ajustar tiempos de manera realista.


2.- Desactivación. Existen técnicas (muy recomendable aplicarlas diariamente) que van a rebajar el nivel de activación que tenemos en esta época tan estresante. Precisamente, cuando estamos con niveles altos de activación, notamos esas sensaciones físicas de angustia (temblor, se acelera el corazón, náuseas, molestias estomacales, tensión muscular, presión en el pecho...), el agobio que nos paraliza o nos bloquea, más aun cuando tenemos que concentrarnos para estudiar (misión imposible). Muchas veces, llega la procrastinación, lo que empeora todavía más la situación.

Así que practica el ejercicio de inspirar profundamente y espirar lentamente (hazlo 3 o 5 veces y vuelve a respirar normal, calmada/o). Esto te permite bajar tu activación, que las sensaciones de angustia se vayan poco a poco y que puedas centrarte en estudiar.

Muchas veces esa activación se genera por pensamientos "catastrofistas" o las propias sensaciones de ansiedad que pueden resultar incómodas. Por tanto, respira de manera calmada, centrando durante unos minutos tu atención en cómo tus pulmones se llenan de aire para luego soltarlo. Lograrás distensar tus músculos y te notarás mucho mejor.


3.- Relativizar. Como indiqué antes, las sensaciones de ansiedad y el nivel de activación aumenta por la interpretación que hacemos (pensamientos, imágenes o recuerdos que se cruzan como el rayo, pero que en ocasiones parecen agujas o como si nos pusieran al borde de un precipicio).

Muchas veces parece que nos van evaluar, cuando en realidad no se trata de un examen acerca de nuestra valía o inteligencia sino de los conocimientos de ese momento acerca de algo muy concreto.

Este tipo de interpretación no es algo que podamos controlar. Para ser sinceras/os, resulta algo importante para nosotras/os y nos gustaría (mucho) aprobar. Pero de ahí a que sea "terrible, lo peor, un fracaso", etcétera, hay un tramo muy grande. Solemos quedarnos en lo último (catastrofizamos), y es por ello que nos sentimos angustiadas/os. Trabajar acerca de la manera en que interpretamos determinadas situaciones e intentar ajustar a la realidad objetiva dicha interpretación, ayuda muchísimo a nuestro estado emocional.

Es frecuente que, cuando ya hemos pasado algún examen, reflexionemos y nos sintamos desconcertada/o porque aunque sabía que iba a aprobar ya que había estudiado mucho, no podía evitar estar muy nerviosa/o. Esto se debe a la importancia excesiva y la interpretación que realizamos, todo lo cual desencadena reacciones físicas y emocionales que retroalimentan mi interpretación.

Relativizar no equivale a que no me afecte, que pase o que ya no sea responsable, por ejemplo. Significa que no es algo vital. Que me gustaría y por eso voy a hacer lo que puedo hacer, que es estudiar, cuidarme y presentarme al examen, poco más. Aprobar o suspender no depende exclusivamente de ti. Hay factores que no vas a controlar por mucho empeño que pongas. Con el hecho de planificarte de manera ajustada y realista, así como estudiar cumpliendo el plan, ya es más que suficiente para aprobar.


Relativizar no equivale a que no me afecte, que pase o que ya no sea responsable, por ejemplo. Significa que no es algo vital.

No hay trucos, pero espero que con estas tres pautas logres pasar mucho mejor la temporada de exámenes y no resulte un suplicio para ti.

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