
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad caracterizado por dos conjuntos de síntomas: las obsesiones y las compulsiones.
Las obsesiones pueden presentarse como pensamientos, imágenes o impulso que invaden a la persona en contra de su voluntad y que generan en ésta un intenso malestar. Las compulsiones son los comportamientos que tienen como finalidad reducir ese malestar que producen las obsesiones.
Se pueden clasificar en:
Los lavadores
Se caracterizan por tener obsesiones relacionadas con la 'contaminación' a través del contacto con objetos, personas o situaciones. Las compulsiones o rituales de limpieza adquieren forma de repetición que alivian temporalmente la ansiedad que genera en la persona la idea de estar sucio o contaminado.
Los comprobadores
Verifican de manera reiterada y excesiva cualquier cosa por miedo a que pueda suceder un desastre. Estas compulsiones van seguidas de la duda insoportable de si han comprobado bien, a lo que le sigue nuevas comprobaciones que pueden llevar una secuencia estereotipada o fija. A veces, pueden pedir a otra persona que lo verifique.
Los repetidores
Tienen obsesiones con un contenido muy desagradable o que es peligroso y llevan a cabo compulsiones repetitivas y estereotipadas para prevenir la ocurrencia de alguna desgracia o que el pensamiento se haga realidad. La persona es consciente de lo absurdo del ritual, pero le alivia. Además, las compulsiones no guardan ningún tipo de lógica con el contenido de la obsesión.
Los ordenadores
Por lo general, dedican mucho tiempo a que las cosas guarden un determinado orden o distribución concreta. Detectan cualquier variación, lo que les genera un intenso malestar que previenen ordenando inmediatamente. El malestar no está relacionado con consecuencias catastróficas, aunque en sus inicios, sí se llevan a cabo como prevención de un suceso temido.
Los acumuladores
Guardan objetos que no sirven y les produce un intenso malestar desprenderse de cosas que "podrían servir". La persona que sufre este tipo de trastorno, no reconoce que su conducta no tiene sentido, no tienen conciencia de enfermedad.