La neuropsicología es una disciplina que forma parte de la Psicología. Se encarga de estudiar las relaciones que hay entre el funcionamiento del cerebro, la conducta y el comportamiento. Puede desempeñar la evaluación, rehabilitación e incluso la intervención.
Esta disciplina surge como parte de la Psicología, pero también está relacionada con neurociencias como algunas partes de la neurociencia y de la neurocirugía.

Para poder explicar el funcionamiento del cerebro, debido a su complejidad, la Neuropsicología plantea diferentes niveles:
Un nivel molecular que principalmente se centra en estudiar las moléculas y su actividad neuronal y hormonal.
Otro nivel es el celular, que tiene como principal objeto el análisis de la unidad funcional del tejido cerebral, que es la neurona.
También incluye la interacción de neuronas, concretamente el análisis de redes neuronales o sistemas, que implica conocer o por lo menos estudiar el mapa de circuitos neuronales y conocer qué estructuras están implicadas en los procesos cognitivos.
A nivel conductual se estudia la forma en que funcionan los sistemas neuronales para posibilitar conductas.
Por último, estudia qué componentes y cómo se organizan para dar lugar funciones cognitivas superiores.
El científico se llama Camillo Golgi.

La tensión entre Golgi y Santiago Ramón y Cajal se debió a que a ambos se les otorgó el Premio Nobel para Fisiología o Medicina. En plena ceremonia, a Golgi le tocó pronunciar su discurso primero y lo dirigió a defender una teoría ya obsoleta como era la teoría reticular, que argumenta una red neuronal única que constituye el cerebro. Por entonces, los descubrimientos de la red neuronal de la que Ramón y Cajal era el máximo defensor y que por entonces ya era la que prevalecía, parece que no era compartida por Golgi, que aprovechó el evento y dedicó su discurso en torno a una discusión que ya hacía décadas quedó atrás gracias a los avances y nuevos hallazgos de la teoría neuronal. Pese a todo, Ramón y Cajal, cuando le tocó su turno, no hizo comentario alguno del discurso de Golgi y se limitó a leer lo que había preparado, guardando la compostura pese a que, tras diez años de aquel evento, reconoció que le habría gustado corregir a Golgi, pero no era el lugar.
A lo largo de la historia, no siempre se ha tenido el cerebro como el órgano esencial. Por ejemplo, Aristóteles, en el siglo IV a. C. (la época de la Antigua Grecia) lo consideraba inútil y para él era el corazón el principal órgano, el cual albergaba las emociones y aspectos cerebrales.
El primer documento data aproximadamente del año 1700 a.C. y ya se menciona el cerebro. Se trata del Papiro Quirúrgico de Edwin Smith y está basado en un texto casi 1500 años aún más antiguo (del 3000 a. C.). Ya por entonces no daban importancia a este órgano puesto que lo desechaban en el proceso de momificación. Este punto de vista era compartido, en efecto, por Aristóteles, pero no por Hipócrates, quien defendía que el cerebro era un órgano muy importante y de donde surgían emociones, dolor, etcétera. Se dedicó a estudiar cerebros de animales, ya que los que procedían de humanos no podían ser estudiados en aquella época en Roma, donde ejercía de médico.